Gug:

“Se trataba de una garra de casi un metro de largo, armada con zarpas formidables. Tras ella apareció una segunda garra, y luego aquel gran brazo negro y peludo al que ambas zarpas estaban unidas por cortos antebrazos. Después refulgieron dos ojos rosados, y la cabeza, grande como un barril, del gug centinela que acababa de despertarse, apareció bambolenate a la vista. Los ojos sobresalían cinco centímetros a cada lado, ensombrecido por huesudos arcos superciliares cubiertos de pelo basto. Pero lo más terrible de la cabeza era la boca. Esa boca tenía grandes colmillos amarillentos e iba de arriba abajo, abriéndose vertical en vez de horizontalmente.”

Extracto de: La busca onírica de la desconocida Kadath (H. P. Lovecraft)

Son gigantescos y peludos de casi seis metros de altura. De cada uno de sus brazos salen dos antebrazos provistos de zarpas. La cara, con hinchados ojos rosáceos situados en protuberancias huesudas, tiene una boca llena de colmillos que divide la cara verticalmente. Carecen de voz, así que se comunican entre ellos a través de gestos faciales.
Viven en una enorme ciudad de ciclópeas torres redondas en el Mundo Subterráneo de la Tierras del Sueño, al cual fueron desterrados por los dioses terrenos al enterarse de sus ritos en honor de los Otros Dioses y Nyarlathotep. Antiguamente alzaron círculos de piedra, en honor a estos, en el Bosque Encantado de los zoogs; en el cual hay una gran trampa de piedra, con un anillo de hierro, que conecta con la torre central de su ciudad con el signo de Koth. Una maldición les impide abrir esa trampa y salir al mundo exterior.
Antiguamente, cuando vivían en el exterior, se alimentaban de soñadores mortales, pero debido a su confinamiento han restringido su dieta a los ghast.
Temen a los guls, que de vez en cuando asaltan su cementerio de inmensos monolitos para apoderarse de cadáveres.

Relatos en los que aparecen:

- La busca onírica de la desconocida Kadath (H. P. Lovecraft)

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