Extracto de: La busca onírica de la desconocida Kadath (H. P. Lovecraft)
Son unos seres alados, de mayor tamaño que un elefante y con cabeza de caballo. Su piel está cubierta de escamas sumamente resbaladizas y de sus alas cuelga el salitre de los pozos más profundos.
Viven en montañas de las Tierras del Sueño. Se les ha visto en la cadena de montañas entre Leng y Inganok y en el yermo frío, junto con los montañosos centinelas de ónice, de dos cabezas y mano derecha alzada, que defienden la ciudad de Kadath, en la que moran los Grandes Dioses.
Los shantak se reproducen a través de colosales huevos, que algunos extraños mercaderes venden en ciudades como la de Inganok. Estos huevos pueden ser cocinados y se dice que son muy sabrosos.
La gran cúpula central del palacio del rey Velado de Inganok alberga al padre de todos los shantak y, se dice que no es prudente mirar demasiado tiempo ni muy fijamente esa cúpula ya que el arcaico ancestro de los shantak envía extraños sueños a los curiosos.
Sirven a Nyarlathothep y a algunos seguidores de los Dioses Exteriores y, se sabe que sienten un miedo terrible de los descarnados nocturnos, servidores del viejo Nodens.
Pueden ser usados como montura, aunque existe el peligro que el monstruo ignore las órdenes de su jinete y trate de conducirlo al centro del universo ante el temible Azathoth.
Relatos en los que aparecen:
- La busca onírica de la desconocida Kadath (H. P. Lovecraft)

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